"Qué es ser Argentino o cualquier persona en realidad?" |
Caballero profundo y lleno de humor, es también un majestuoso poeta de la interculturalidad.
Dicen que los secretos mejor guardados son los que están a la vista de todo el mundo.
George tiene varias décadas de facilitador intercultural, y la buena costumbre de escribir y postear un poema cada día.
El día de la inauguración del Congreso, no falló a su gimnasia poética y publicó en su cuenta de Linkedin el poema que le evocaba esa jornada en Argentina.
Mis estrofas favoritas son estas:
Cuando nuestras historias se encuentran
el cambio es inevitable
pero la gratitud no.
La traducción traiciona
pero amorosamente fustigada
escribe frescos poemas.
Tal vez sea precisamente eso. Tal vez su experiencia le ha enseñado que al fin de cuentas, el producto final de profundizar en los encuentros interculturales y de trabajar sobre el encuentro en las diferencias, sea producir con ellas y con nosotros algo parecido a un poema de Borges?
Bendito sea el oxímoron !
Esa figura poética que encuentra poesía, mística y fuerza vital para expresar el encuentro de los opuestos.
George nos enseña que debemos compartir nuestros saberes con los otros. |
Tu espacio personal confortable no es igual al mío. |
Durante el taller, hicimos -entre otras cosas- algunos ejercicios experimentando entre nosotros los distintos espacios personales y lo que a cada uno le resulta cómodo según la cultura a la que pertenecemos. Constatamos las diferemcias, y fue muy gracioso.
La proxémica estudia las relaciones —de proximidad, de alejamiento, etc.— entre las personas y los objetos durante la interacción, las posturas adoptadas y la existencia o ausencia de contacto físico.
El término proxemia se refiere al empleo y a la percepción que el ser humano hace de su espacio físico, de su intimidad personal; de cómo y con quién lo utiliza.
Uno de sus mayores cultores fue el antropólogo Edward T. Hall a partir de 1963 para describir las distancias medibles entre las personas mientras éstas interactúan entre sí.
Cada cultura maneja un espacio personal confortable diferente. Y aunque lo sepamos "racionalmente", cuando nos encontramos con alguien de otra cultura, lo más normal es que nos lleve tiempo acostumbrarnos a esas diferencias, y que a veces insconscientemente transgredamos sin querer el espacio del otro, o equivoquemos el contexto.
Puede ocurrir en un segundo. Una situación equívoca, incómoda. Cometemos alguna gaffe respecto al modo de contactarnos o comportarnos corporalmente. Nuestros cerebros han codificado situaciones de diferente manera, se produce un pequeño cortocircuito, una situación de desencuentro, o de malestar en nosotros, o en los otros.
¿Qué podemos hacer en estos casos?
Dejar que nuestros "GPS-s" entren en modo "recalculando".
Darnos cuenta de la situación equivoca, de nuestros conocimientos o desconocimientos, de nuestros sentimientos y pensamientos, preguntarle al otro. Pedir disculpas... si cabe, y... (por que no?)
Escribir un poema! Aquí va mi intento de Haiku sobre el tema !
Cercanías. Distancias. Diferencias.
La confusión entra en la escena, como un rayo.
El corazón
tiene razones proxémicas
que la razón no entiende.
tiene razones proxémicas
que la razón no entiende.
¿O es al revés?
Con el maestro George Simons. |
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