Seis reglas básicas para desarrolllar tu sensibilidad Intercultural en un mundo global.


 ¿Por qué necesitamos desarrollar conciencia intercultural?

Porque estamos hiperconectados en un mosaico global que requiere más que nunca antes respetar y entender a nuestros amigos y vecinos culturalmente diferentes.

Necesitamos aprender a ser interculturalmente sensibles.

Esta capacidad requiere que alcancemos los siguiente objetivos:  

1) Saber con la cabeza y el corazón que ninguna cultura es mejor que otra, solo diferente.

2)Practicar la sensibilidad intercultural rodeándonos adrede de personas que sean DRASTICAMENTE diferentes de nosotros y evaluar conciente y objetivamente nuestro funcionamiento en tales entornos, para ampliar mi conciencia y hacer los ajustes que sean necesarios.

3) Comprometernos en un proceso de aprendizaje intercultural conciente que respete mis características individuales: a cada uno de nosotros nos resultan difíciles distintas cosas y de manera diferente.

4)  Ser flexibles. Aprender a reconocer el momento en que nos volvemos rígidos y cómo resolver esa rigidez de una manera posible y positiva para mí. Digo para mí no porque sea egoísta, sino  porque para tener éxito a largo plazo, tiene que ser realmente posible. Si no me es posible, no será real y sostenible, y siempre termina mal, porque es como estirar demasiado una bandita elástica (un extremo se suelta, se sale de control y le termina pegando a alguien y duele). Otro aspecto de la flexibilidad a tener en cuenta es que no se trata solo de ser flexible para tolerar a otros, sino también flexible para tolerar cuando no me aceptan a mí, cuando los otros no entienden cómo soy, por qué hago lo que hago y cuando soy cuestionado personalmente por diferencias culturales. Ser flexible en estos casos significa estar preparad@ y haber desarrollado herramientas para poder gestionar situaciones de tensión externa o interna cuando me encuentro con gente que NO tiene ninguna, o tiene menos sensibilidad intercultural que yo.

5) Atravesar  y mejorar mi tolerarancia a las tensiones normales que surgen ante las diferencias culturales. Cuando se produce un cortocircito intercultural, podemos experimentar malestar y confusión. Podemos sacar conclusiones apresuradas, no entender lo que está pasando y no saber cuál es la verdadera fuente cultural del desacuerdo. El objetivo es llegar a entender el aspecto cultural que es parte del conflicto: descubrir que se trata de un enfrentamiento de valores diferentes. Los valores no son negociables. Si no hago concientes los valores que están en el fondo del desacuerdo no voy a encontrar alternativas de convivencia que respeten los valores de ambas culturas.

6) Llegar a experimentar vivencialmente de qué modo el encuentro con el otro en nuestras diferencias ES una oportunidad de aprendizaje y crecimiento para las personas y entornos culturalmente diversos  (para amb@s, no sólo para un@ de ell@s).
 
"Creánme. 
Yo sé lo que les digo. 
He estado moviéndome 
entre distintos países y continentes 
como hijo de un diplomático toda mi vida. 
Cuanto más cómodo lograba sentirme 
aceptando mi ignorancia, 
más se abría mi mente y 
más confiable me volvía yo 
para la gente de otras culturas
con las que tenía que relacionarme. 
Y al mismo tiempo, 
sepan 
que todo esto se dice 
mucho más fácilmente 
de lo que se hace."  

(Tayo Rockson)

El contacto con lo diferente  está destinado a enriquecer  nuestra vida y la de los otros.

Ese enriquecimiento es un tesoro que surge de un trabajo que requiere de la  
participación  consciente y responsable de nuestra mente y de nuestro corazón

Ilustración de Alma Larroca



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